Marty y Doc vuelven a la carga en esta alocada secuela de la superproducción de 1985, ya que el dúo viaja en el tiempo al 2015 para cortar de raíz algunos problemas familiares de McFly. Pero las cosas salen mal gracias al matón Biff Tannen y un molesto almanaque deportivo. En un último intento por aclarar las cosas, Marty se ve obligado a irse a vivir a 1955 y enfrentarse cara a cara con sus padres adolescentes, nuevamente.