Año 1946, Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Rachael Morgan (Keira Knightley) llega a Hamburgo para reunirse con su marido, Lewis (Jason Clarke). La ciudad está en ruinas y es pleno invierno. Este coronel británico recibe la misión de reconstruir la destruida ciudad. Al mudarse a su nueva casa, Lewis toma una inusual decisión: compartirán esta gran casa con sus antiguos propietarios, a los que se les había requisado su propiedad. Ellos son Stephen Lubert (Alexander Skarsgård), un viudo alemán y su atormentada hija. En esta atmósfera cargada, la hostilidad y el dolor dan paso a la pasión y la traición.