Después de conseguir una carta verde a cambio del asesinato de un funcionario público cubano, Tony Montana estaca una reclamación al comercio de narcóticos en Miami. Brutalmente asesinando a cualquiera que esté de pie en su camino, Tony finalmente se hace el traficante más grande en el estado, controlando casi toda la cocaína que atraviesa Miami. Pero la presión aumentada de la policía, guerras con carteles de droga colombianos y su propia paranoia abastecida de combustible por la medicina sirve para abastecer de combustible las llamas de su perdición eventual.