Los vampiros siempre serán un tema interesante de plantear en el cine y esa es la apuesta del director de origen asiático pero radicado en Estado Unidos, Brian Metcalf quien haciendo uso de un recurso genial como lo es la “cámara en mano” trata de abordar un universo en el cual los vampiros han salido a la luz, se han expuesto y quieren convivir con la sociedad como seres iguales.
Es allí cuando entran en juego las cámaras de unos chicos que deciden hacer un documental, adentrarse en el día a día de estos seres tenebrosos para mostrarle a todos que pueden ser tan normales como aceptables. ¿Será que todo puede transcurrir tranquilamente? Los documentalistas entran a la casa y deciden compartir techo con las criaturas chupasangre, aunque arriesgado, el material lo vale.
Cuando todo parece marchar de maravilla, comienzan a ocurrir hechos extraños que asustan a los periodistas y también a los espectadores. Los vampiros no pueden alejarse demasiado de su esencia sombría y esto va en ascenso en los días siguientes al inicio de la grabación.