Basada en la historia de la mansión Winchester, situada en California, a 50 millas de San Francisco. Este edificio victoriano fue construido por la heredera del creador de los rifles Winchester, Sarah Winchester (Helen Mirren) y su convicción de que los fantasmas la acosaban le llevó a construir más de 160 habitaciones, con escaleras que no llevaban a ninguna parte y puertas que al abrirse descubrían un muro... Todo con la intención de esquivar a los seres del otro mundo.